He intentado leer en tus ojos
eternidades
palabras de amor
reproches y equívocos
tus miedos, cada uno de ellos.
He visto, desatadas tormentas
y algún amanecer plácido de sol
tantas lágrimas hicieron ríos
para ser mares
donde navegué intrépido
llegando a tus puertos.
Hoy, aún hoy intento leer
en esos ojos distantes
que no me ven
ignorantes que escondo la verdad
que llevan los amaneceres.