Escuchad, gente sencilla,
juglares y caballeros
nobles, y robustas mozas
aunque estéis tristes en duelo,
la historia que yo aquí gloso
tras las notas de clarines
se os erizará el cabello
como si fuérais ediles.
Al salir del sol albores
el noble Marqués de Cabra
batióse con el Valido
del Rey ,por su dama Alba
Que el Rey, aunque desposado
gusta de los devaneos
y la Reina, que no es manca
nunca desdeña los dedos
de los nobles de la Mancha
no importan listos ni legos
por eso sus dactilares
huelen a queso manchego.
Será duelo asaz sangriento
decíanse los testigos
el Valido lucha a muerte
y el de Cabra odia al Valido.
Cuando el alba clareaba
expectaciónes crecían
como un Madrid Barcelona
que despierta la Masía.
El de Cabra hundió su espada,
¡Cabrón!, exclamó el Valido
el verde se tornó rojo,
el Marqués lo ha conseguido.
Y aquí termina la historia
de este Marqués picaruelo,
la dama de Alba conserva
sus juguetes y ciruelos.