Cielo grande e inmenso,
Donde sus estrellas juegan en ronda,
Donde la luna es testigo del amor,
Donde la tibieza del aire que respiro,
Hunde en mi mente la pasión
Del gran amor que te profeso,
Donde los árboles juegan con sus hojas verdosas
Donde sus raíces aprietan, nuestra tierra,
Donde las avecillas suelen buscar su nido para acurrucarse,
Donde el hilo de agua, busca su cauce
Y los manantiales derraman sus aguas hacia el mar,
Donde solo tú puedes estar,
Donde solo tú, me das la tranquilidad que me das al amar
Ahí estarás, siempre, esperando mi llegada