Soy un hombre que está solo, arrebujado,
con sus almas, con sus sueños, con su ombligo,
que no sabe si está muerto o está aún vivo,
como rama que es del arbol desgajado
y al que intento conocer mas no consigo.
Al que llevan desde un lado hacia otro lado,
cuando soplan malos tiempos, buenos tiempos,
marioneta que a los hilos mueven vientos.
Haga frío, haga calor o esté nublado,
soy un ente que está falto de cimientos.
Siempre a expensas de que llegue un terremoto
ando abstraido del temor acompañado.
Los misterios nunca me han abandonado.
En tinieblas yo presiento que ahora floto
ciego estoy pues ya no miro a ningún lado.