Para aquella que más amo
Tu ausencia es la cosa más dolida,
que explica mi impotencia si te ausentas;
días vacíos, tristes, horas lentas,
domingos solitarios, sin salida ...
La esperanza, que entre somnolientas
esperas, siembra risas en mi vida,
me ayuda a olvidar la despedida,
que en tu regreso, mi vivir alientas ...
¡Regresas! - Sé que nada yo perdí,
y escucho tantas bullas en mi pecho,
una algazara espléndida por ti.
No es mi corazón que hace rumor;
dentro de mí, yo oigo satisfecho
¡la fiesta de mi amor, por tanto amor!