Amémonos en este momento,
Amémonos y nada mas/
Que de tu cuerpo estoy sediento,
-Ven- entrégate; no pienses en los demás.
Acurrúcate en mi pecho,
Deja tus labios besar/
Deseo congelar el tiempo,
Hacer perpetuo el silencio; sin parar.
Sentir tus manos en mi espalda,
Sin perder segundos al mirar/
El vuelo sigiloso de tu falda,
Que descubre; tu anatomía singular.
Tocar el cielo en tus ojos,
Descubrir arcoíris en tu piel/
Y perderme en el infierno, de tus labios rojos/
Donde renazco, como fénix de papel.
Que surca la comisura de tu boca,
Ardiente –dulce- tibia, ansiada hoguera/
Que al rio de mis venas provoca,
A amarnos como un par de fieras.
Amémonos ahora, no digas nada/
Solo deja que me pierda en tu cintura,
Y beber tu desnudez a bocanada,
Cual añejado vino de tu figura.
Solo amémonos ahora mujer.