Las flores del camino,
este camino bello,
se encuentran desoladas
desde que no te veo.
Intuyen que mi alma
en tristes bamboleos,
acuna la tristeza
y amargo desconsuelo.
Y cierran a mi paso
sus tan preciosos pétalos,
en un abrazo mudo
uniéndose a mi duelo.
Lejos quedan los días
del caminar sereno,
tú, mirada tranquila,
yo, derroche de besos.
¡Que bella la dehesa,
y que hermosos los cerros!.
¡Que tristeza en el aire,
y que sola me siento!.
Mis ojos no ven nada,
sólo miran al cielo,
te busco entre las nubes...
¡te busco y no te veo!