Nevermore

Desesperación en una mente olvidada

I


Hace muchos años que pasó una desgracia
y caí en un espiral sin esperanza.
Las calles se volvieron pardas, los faros
reventaron. La vana espera. Los ojos
siguieron en vela: aguardando, a oscuras.
La cordura se disolvió de la vida austera,
y los segundos llegaron como sordas quimeras.

 

Por mucho tiempo creí observar que en el umbral
se dibujaba tu figura, pero solo era un engaño
de lo que nunca fue, pues nadie traspasó mi mural
y la fantasía murió después de muchos años.

 

Los cielos resonaron mil veces agitados
y mi mirada inerte fantaseó en el abismo,
vi pasar en la calzada cientos de espejismos
anónimos, huyendo de los grados ulcerados.

 

Y ahora, mi alma hollada descansa: acunada
en un cristal, oprimida, encarcelada, olvidada,
¡se quebrara! Muy pronto. ¡Oh, dulce anhelo
que ensancha su duelo en mares de desvelo!

 

¡Oh, que este temporal de cuitas, se detenga!
El olor de la humedad es atufo y fatal;
La noche. El día. El tiempo. La vida. Lo vital.
Hay tantas excusas y ocasiones que enervan
a esta viejo cuerpo, que gobierno con lamentos!