Lenin Guevara

El Ajedrecista

Temprano en la mañana y con prisa diligente

en su tablero; campo escaqueado donde luchan dos campeones

Reyes, Damas, Torres, Obispos y Peones

cobran vida efímera por su mano y su mente.

 

Es su Ajedrez: compañía grata y reto permanente

que demanda atención, estudio, sacrificios y tensiones; donde halla reveses, algún triunfo que le llena de ilusiones

y esperanzas de éxito; es parte de su ambiente.

 

Inmerso en la partida solo él sabe lo que siente:

Observa a su rival, pondera ajenas y propias intenciones,

mueve piezas vivas con estrategia y finas sensaciones,

dando el jaque felíz agradece la suerte.

 

Los años van pasando y poco es diferente;

su arma es la paciencia, el grande de los dones

acentuado en las canas que le invaden por montones

nublando sus ideas ¡Ya no es como a los veinte!

 

Mas él sigue adelante tenaz, firme y decidido,

marcha en pos de la gloria que lejos y alto vuela,

como novia fugaz...ayer la tuvo, hoy se ha ido.

 

Siempre acude a torneos, aunque ganar no suela.

Ni hablar ya de dinero, que mucho nunca ha sido.

¡Cuanto pagan! Mejor viajar y jugar mientras se pueda.

 

Al final piensa: "Jugué, soñé, perdí, gané como he podido"

y abraza su Ajedrez que tantas noches lo desvela.

¿Acaso jugar, soñar, perder o ganar le ha convencido?...