Donaciano Bueno

Mi corazón se paró

Mi corazón se paró,

pues vino un soplo de viento

y con gran atrevimiento

cogió impulso y lo mató.

 

La culpa la tuve yo

que me lancé a navegar

sin conocer bien el mar

y en sus aguas se ahogó.

 

Sólo me queda llorar

por tal acontecimiento

que sin mi consentimiento

me impidió volver a amar.

 

Ahora me queda esperar

a que un día no lejano

al palparle con mi mano

vuelva el mismo a palpitar.