Donaciano Bueno

Una dama odiosa

¿Hay algo más odiosa que la muerte,

esa dama que trunca nuestras vidas,

a veces sin remedio doloridas

por los crueles maltratos de la suerte?

 

Dios, tú, al que yo he dejado de quererte,

aquí, aunque lo lamente, me revelo,

hoy que, sumido en este desconsuelo,

muero sin desear mas nunca verte.

 

¿Por qué, qué te hice yo, cual es la causa

de esta condena a que hoy me has sometido?

¿acaso con tus normas no he cumplido?

 

Para lograr al menos una pausa, 

si pudiera escapar, yo hubiera huido

o en las hondas tinieblas escondido.