Tengo los ojos desgastados,
de tanto ver, sin haber visto
todavia nada...
tengo la boca aspera
de tanto gritar
en voz baja...
Los oidos agujereados
de tanto oir hablar al silencio...
y la nariz taponada
sin poder volver a sentir,
el aroma de un instante...
el tacto huye de mi
y se oculta
en la piel de una mujer
que nunca encuentro.