Pasos, pasos dolientes,
saetas, dramáticas letras,
lágrimas, suspiros
batir de abanicos
en balcones bien lucidos.
Redobles de tambores
pies descalzos
y flagelaciones.
Indulto de un preso,
oraciones al viento,
velas prendidas,
doradas andas
con multitud de flores
revestidas.
Peinetas, mantillas,
escapularios y rosarios,
olor a incienso,
penitentes revestidos
de morado.
Repicar de campanas
que a duelo doblan
mientras avanzan por calles
gentes emocionadas por tanto drama,
gentes encandilada ante tanto fatuo.
A esto lo llaman Semana Santa,
días de recogimiento
en recuerdo de Cristo crucificado,
mas si preguntas
porque fue llevado a ese calvario
no sabrían responder
más que la culpa fue de Pilatos.
Y yo me pregunto:
¿Cuentos pilatos lo estamos
cada día crucificado?
¿O es que cuando ante las injusticias
miramos a otro lado,
no nos estamos lavando las manos?
Es atrayente el dramático teatro
que escenificamos en las calles,
a la vez es muy penoso
que no sea más que eso, teatro.
Oh mi Jesús, ya eres pacto del poder económico,
cuanto más comedia más espectadores,
cuanto más espectadores más dinero.
¿por qué no bajas del madrero
y con tu látigo nos expulsas
de tu templo como has hecho antaño?
Luisa Lestón Celorio
Registrado: Tomo-Con mi Pluma en Ristre