Entre su orilla y la mía
quedó en harapos el puente.
Sergio Morales V.
Entre su orilla y la mía
sembraron todo el olvido,
la ausencia con su latido
rasgó toda la alegría.
Tornose la tarde fría,
neblinosa, indiferente.
Al fondo de la corriente
vi la soledad del cielo
y sobre nuestro arroyuelo
quedó en harapos el puente.