¡Sin gritar!
Le dije a un recuerdo tuyo,
Que sin huesos salió de los míos.
¡Calla!
Le volví a insistir,
Apoderándose de toda la ciudad,
De todas las calles, de todos los espacios históricos.
¡Silencio!
Le exclamé enérgicamente
Y finalmente me obedeció,
Pero ya era tarde…
Una vez más me encontré rodeado de ti,
Sin ti,
Entre un presente que no se quiere extinguir
Y recuerdos que no obedecen.
LRL
31-3-2015