Cecilio Navarro

El niño que hablaba con las estrellas. Casida asonante.

 

Vivió durante su infancia

en un lejano cortijo

donde no llegaba nadie

y donde todo era olvido

 

Pegado a la serranía

en océano de olivos

por única compañía

a su perro y su gatillo.

 

Hasta su vida daría

por tener algún  amigo

para poder compartir

sus penas y sus delirios.

 

Una noche descubrió

en un cielo muy calizo

las estrellas que le hablaban

en su lenguaje castizo

 

En Tauro se encuentra Cetus

con Régulo por testigo,

con Antares desde Escorpio

 así le hablaban al niño.

 

-No te entristezcas chaval

que cuando seas crecido

no faltaran bendiciones

ni arrumacos efusivos,

ni chavales que acompañen

sentimientos afectivos.

 

Recordando viejos tiempos

de Residencia ha salido

buscando la oscuridad

de las noches del cortijo

¿Dónde está Régulo o Antares?

¿Por qué se habrán escondido?

¿Dónde se meterá Cetus 

aquel del macho cabrío?

 

Todo fue como decían

nada se quedó baldío

fue feliz con su pareja

y tuvieron cinco hijos.

 

Ellos viviendo felices

tal y como estaba escrito.

lo dijeron las estrellas

que hablaron del infinito,

 

Tan felices en su vida

que ya no encuentran motivo,

para estar con el anciano

en momentos aflictivos.

 

Por eso vuelve a la calle

retomando el recorrido

a contarle a sus estrellas

de su ánimo decaído.

 

Ahora en la ciudad…

es todo tan distinto,

hay tanta claridad...

que ha perdido el instinto.

¿Dónde puede mirar

y hallar a sus amigos?

 

Añora con gran tristeza

aquel lejano cortijo

donde no llegaba nadie

y donde todo era olvido.

 

Cecilio Navarro 31/03/2015

Derechos de autor reservados.  

 

Comentario: 

De vez en cuando se lee o se escucha la noticia de un abuelito que se escapa de la Residencia de ancianos. ¿Qué pasa por su cabeza? ¿A dónde quieren ir? El de nuestra historia tiene un recuerdo especial.