Por más que tu me digas que me quieres,
por más que tu me insistas que me amas,
yo sé que tu suspiro es de otras damas
que saben más que yo darte placeres.
Yo aquí sólo te pido no me mientas
pues tú puedes hacerlo, libre eres,
que más guapa que yo hay muchas mujeres
y yo soy de la salsa la pimienta.
Yo soy feliz así, que estoy contenta,
me conformo libando de esas mieles
aunque sobras sean me trae a cuenta.
Que aunque yo sólo sea una sirvienta
que tiene que pagar sus aranceles
feliz soy pues mi amor no pongo en venta.