Miré imperturbable
tus ojos rasgados
junto al río,
mi corazón lloraba...
silenciosamente.
Frente a la flor de loto
tu amor...
y mis apasionados recuerdos,
me hablaban susurrándome...
tiernas palabras.
Éramos muy jóvenes...
demasiado jóvenes e inexpertos,
y en el río nuestras almas
quisieron soñar...
con un nuevo amanecer.
Plagado
de esperanza...
en mutua compañía,
de lirio y de jazmín.