Que sencillo hubiese sido seguirte Jesús mío
Si no te adornasen con falsos oropeles
y fastuosos signos.
Fuiste hombre cabal,
Ser con gran sabiduría,
Persona con templanza,
Nobleza y valentía.
Hijo predilecto de Dios,
Pero no por eso dejaste de ser hombre,
Con aciertos y dudas,
Con temores, alegrías y mal sabores.
Fuiste hombre ante todo.
Hombre dedicado a sus semejantes,
Hasta el punto de entregar tu vida
Por llevar tus luchas adelanté.
Luchas pacificas,
Donde la palabra era tu arma,
Palabras sabias
Sin manchas de maldades.
No había en ti deseos de poder,
Ni manipulación de palabras,
Tampoco negaste tu amistad
A forasteros ni mujeres,
Enfermos o lisiados
Seres que eran despreciados.
No juzgaste a los pecadores,
Les entregaste Tú mano
Para que siguiesen adelante
Sin vivir avergonzados.
Mostraste con amor
Que nadie está libre de falta
Que lo importante es saber corregir
Lo que a otros daña.
Llagaste al corazón de hombres sencillos
Y también a letrados,
Pero estos últimos fueron
Quienes te traicionaron.
Bien sabias que el poder
Siempre quiere vasallos
Y como Tú no has caído en sus redes
Te llevaron al calvario.
¡Oh mi buen Jesús!
Hermano entre los hermanos
Gran lección nos has dado
Aunque quienes te siguieron
Pronto lo han olvidado.
Desde Tu muerte noble hermano
Los osados que hablan en tu nombre
Del poder se han hecho esclavos,
Y con engaños y opulencias
Manejan Tu rebaño.
Ya no somos corderos mansos,
Somos borregos redomados,
En manos de supuestos
Buenos cristianos.
Hoy seguimos en manos de poderosos
Que de buenos cristianos se revisten
y con sus soberbia desde sus templos
nos doblegan, y sus influencias las legan
A gobiernos dominantes.
Te han diosificado,
De magia te han impregnado,
De bondad o venganza
Si sus intenciones son asustarnos.
Te desprendieron de tu ser,
Para disfrazarte a sus antojos
Y ese es tu eterno calvario
Pues cuando el hombre piensa
Por sus causas no te percibe
Como un buen hermano.
Y quienes te seguimos
Reclamamos tu real legado
Deseamos quererte
Como el mismo Dios te ha creado.
Hombre sencillo, de corazón noble
Que luchó con sus palabras
Y buen ejemplo por la dignidad
De sus hermanos.
Luisa Lestón Celorio
Asturias- España
1 de abril 2015.