Si alguna vez
nos separamos,
tal vez nuestros cuerpos
podrán fundirse en un abrazo
tierno
(pero no deseado)
con alguna aventurera/
o aventurero
(según corresponda)...
Podrán sentir sensaciones
estremecedoras
-con o sin sexo-
ya sea, con el simple contacto
de las traviesas manos
y/o de sutiles besos
de la susodicha
(en mi caso)
o del susodicho
(en tu caso).
Tu cuerpo y mi cuerpo
podrán sentirse vivos
y ajenos
en esos instantes,
mas no quiero que seas
de nadie
ni yo tampoco,
hay que mantenerse
unidos
(que los \"podrán\", sea algo
utópico),
pues te pertenezco
en cuerpo y alma
como vos me perteneces
en alma y cuerpo...
Adolfo César (NAZARENO)