Las palabras más duras de decir ¿no es así?
El silencio más cruel que conozco es tu ausencia
Sin embargo, confieso, que no en vano plañí
Pues gocé de tu tiempo, disfruté tu presencia
Has partido muy lejos, y yo no lo impedí
Me tragué mi pesar y negué mi dolencia
Fue mejor despedir tu sonrisa, preví
Que arruinar tu ternura con coraje y pendencia
Guardaré tu recuerdo cual tesoro invaluable
Besaré tu sonrisa en mis sueños más bellos
Lloraré tu partida en un llanto imparable
No me queda ya nada, más que un eco y destellos
Me despido sabiendo que el regreso no es viable
Si mis versos se pierden, yo me pierdo con ellos