Todo pasa, somos temporales,
el vestido que llevamos puesto,
como las estaciones el año,
se hace viejo, se vuelve polvo,
sólo la esencia, el Atma, permanece.
Aquello que llamamos sufrimiento,
cada quien lo hacemos a nuestra manera,
un proceso que viene de adentro,
nuestra mente es el depósito.
El tiempo deslava y disuelve,
lo que se escribe, nos limpia,
es como un bautizo mental,
más lo sutil queda guardado,
en la eternidad.
Todos somos escritores,
lo que guardamos,
escribimos con el pensamiento,
con la voz y con las letras,
jugamos con el tiempo,
lo hacemos elástico ,
hacia atrás y hacia adelante.
En mi caso personal,
me resulta terapéutico escribir,
es como ir haciendo confesiones,
de lo que guardo en mi memoria,
recuerdos y fantasías.
Y el alma llora o ríe.
así es la naturaleza humana,
emociones más que pensamientos.
Oleajes del mar de la vida,
que nos llevan y nos traen,
a playas encendidas o apagadas.
Yo escribo con el corazón,
con sentimientos.
Me gustan las letras ajenas,
son como las mías,
porque somos copias.
Impulsos, gritos silenciosos,
lágrimas secas porque no se ven,
pero dentro de uno es una lluvia,
de la vida, del amor, del dolor.
EL POETA DEL AMOR 02-04-15.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO