Viento_de_Levante

Cicatrices

 

                   I

Fueron pasando unos años

llenos de luz y añoranzas,

hasta que se pudrió el grano

y me envolvió la agostada.

Atardeceres de enero

dieron paso a noches largas,

a madrugadas de acero

que nunca se terminaban.

 

Esas flores naturales

que mi paisaje adornaban                    

hiciéronse artificiales

y neutras flores de casa,

flores que de nada valen,

sin aromas ni fragancia.

Y hectáreas de pedregales,

y las arenas del Sahara,

y el desierto de Mohave,

y las estepas de Asia,

con sus amargos pesares

se instalaron en mi casa.

Penetraron hasta el centro

vampiros de negras alas,

y lleváronse en sus vuelos

la mitad de mis entrañas.

                              

Y me gritaron sus nombres,

dolor, pena, llanto y rabia,

como lo que siente el hombre

que en tarde de nubes pardas

con tristeza y pesadumbre,

por una cruel granizada.

ve que todo se le hunde

con su cosecha arrasada.

II

En la cruda tempestad,

cuando el naufragio acechaba

empezó el faro a cantar

su hermosa canción de plata

y su aurora boreal

me llevó hasta la ensenada.

Poseidón quedose allá

sin su presa deseada.

 

Eso tengo, eso me han dado.

Esa es mi mejor añada.

Y dos ojos como dardos

que en mitad de la nevada

está pintando mi ocaso

de color verde esperanza.

 

 viento de Levante