Un gran amor, no más, lleva por guía,
por solo rumbo la región impía.
Absorto allí, a la humanidad saluda
en el confín de una mirada muda.
Y silente asiste un dormido mundo
a su pasión, que es dolor profundo.
Inmensa soledad lleva por manto,
lo acompañará a su Sepulcro Santo.
Con la serenidad de ser la aurora
se asoma glorioso en su partida y ora.
¡\"PADRE PERDÓNALOS...
NO SABEN LO QUE HACEN...!