Es cierto, el amor es ciego, desinteresado, todo lo perdona, el amor es osado.
El amor es incondicional, se da sin pedir a cambio, el amor es tierno, y más que tierno, es especial.
El amor supera todos los obstáculos, es fuerte, es capaz de vivir, aún en la muerte, hace que la vida, sea un espectáculo.
El amor es una sonrisa, aunque seamos una lágrima; y, en la historia de la vida, en cada una de sus páginas, se desviste, para cubrir la desnudez del ser amado, cabalga con su dolor, cuando éste está triste, cuando está asustado.
El amor es capaz de pintar un perdón sin acuarela, de construir sobre la nada, de ver sin mirada, de ser feliz, aunque duela. El amor es silente, sin embargo, se escucha en lo más profundo del alma; cuando el odio va de prisa, el amor va en calma, se hace valioso, se hace valiente, coloca una mano en tu hombro, pone un beso en tu frente.
El amor vuela con las alas cortadas, es sereno en la tempestad, en el rostro, es la mirada.
El amor es luz, si la oscuridad nos mata, es la dulce voz de una persona grata, es agua en el desierto; cuando todo es falso, el amor es cierto.
Cuando debemos avanzar, el amor es el viento, que nos hace ligeros, que nos impulsa, que nos eleva, hace que nuestros brazos, se conviertan en velas, muchas veces nos trae, otras tantas, nos lleva.
El amor es un grito que fluye del alma, es un suspiro que se rebela; cuando nadie cree, el amor espera.
El amor es un momento, que no tiene tiempo, es decir te amo, es decir lo siento, es estar a su lado, a cada momento, es narrar un beso, es entregar un cuento.
El amor es un todo, donde no queda nada; es, con manos afanadas, construir con lodo.
El amor es esperanza, donde todo ha muerto, es sembrar un grano y cosechar un huerto.
El amor es una chispa que se convierte en hoguera; es encontrar la felicidad, por vez primera.
El amor es algo humano, que nos iguala a Dios, es vernos un día solo, y convertirnos en dos.
Pero, a pesar de todos los poderes del amor, el amor se hiere, cuando el ser que se quiere, nos provoca dolor.