De que la quiero, la quiero; De que me muero, me muero;
Por conservarla a mi lado para llenarla de besos;
De que yo la extraño, y mucho, de que yo la amo, hasta el cielo;
Que no quiero perderla porque mi Edén es su cuerpo;
De que por ella respiro, soy un suspiro, un anhelo,
Que sólo quiere vivir en su regazo, sin duelos;
Porque ella es mi gran verdad, mi deseo más sincero,
Es la razón de mi vida, causa de tanto denuedo
Para seguir enfrentando los deseos de mi infierno,
Porque con ella son nada los lazos hechos de fuego;
De que la espero, la espero, para entregármele entero;
Ya que por ella yo vivo en su pecho prisionero;
De que ya quisiera el sí que me eleve hasta los cielos
Donde seremos felices, como locos recorriendo
Esos caminos de ayer, esos vívidos recuerdos
En donde bogamos juntos por todo nuestro universo…