juan maria
POEMA PUBLICADO POR JUAN MARIA
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MAXIMAS DE SANCHO
POEMA DE ADOLFO VILATTE LAVIGNE
PUBLICADO POR SU NIETO JUAN MARIA
A cada instante tus palabras mide,
a nadie, nunca, digas la verdad;
sé con todos amable y zalamero
que así te ensalzará la sociedad.
En asuntos sociales sé prudente,
no hagas jamás papel de redentor.
Siempre es mejor para evitar fastidios,
que cada cual remedie su dolor.
Procura que el dinero no te falte,
en él tendrás seguro pedestal;
su procedencia al mundo no le importa;
que lo tengas es eso lo esencial.
Haz de modo, en amor, que la cabeza
sirva siempre de guía al corazón;
es más dulce la miel de las caricias
cuando el dinero aumenta la ilusión.
Cifra el honor en lo que más te cuadre;
guarda la forma...el fondo es siempre igual;
empuja al que te estorba en el camino,
pasa sobre él...luchando eso es legal.
No des jamas una limosna a solas;
cuando hagas algún bien hazlo notar.
Si no conoce el mundo tus ofrendas,
no te podrá con palmas aclamar.
Sé judío, budista, mahometano,
sé turco, persa, sirio o japonés,
en tus asuntos grandes o pequeÑos,
ante todo consulta tu interés.
Por conveniencia adula al poderoso,
ante su brillo inclina la cerviz;
mas levanta la frente con orgullo
cuando ante ti se encuentra un infeliz.
Haz de modo que en calles y paseos
no te vean al pobre saludar ,
el ser urbano ante la gente humilde,
del gran señor, suele el poder menguar.
Lo que no brilla es de inferior escala.
La púrpura y la seda sientan bien
y hay que evitar su roce con percales,
son toscos, perjudican al satén.
Habita en un palacio, ostenta lujo;
viste y calza con chic de gran señor,
que eso basta a las damas y a las niñas,
para otorgarte un título de honor.
No olvides ser esclavo de la moda,
usa el perfume de última creación,
adórnate con perlas y diamantes
y serás rey del club y del salón.
Haz que a diario te vean en la iglesia,
rindiendo culto a la sagrada fe,
sin perjuicio que aceptes por las noches,
de un ateo la taza de café.
Y no pierdas el tiempo en instruirte,
porque huele a mal gusto la instrucción;
con ser superficial te basta y sobra,
no exige más la pública opinión.
No tomes nada en serio, pero nada;
haz de la impertinencia tu altivez;
pasa, desprecia, adula, engaña a todos,
y otras veces se cáustico y soez.
Revístete de hipócritas finezas,
orlándolas de cierta vanidad,
que así serás el lider elegante,
el hombre rey de la alta sociedad.
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Qué viejas son tus máximas ...¡Oh sancho!
Todo el mundo conoce su valor ,
y el noventa por ciento las profesa,
las profesa con arte y con primor.
Si quieres enseñar algo mejor
dicta tus teorías al revés;
lo que falta, buen sancho, son quijotes,
que los sanchos son muchos...ya lo ves.
ADOLFO VILATTE LAVIGNE. AZUL, MAYO DE 1914.
PUBLICADA POR EL NIETO JUAN MARIA