Se me escapan los rencores
Cuando atacas mis sentidos,
Pero atentos mis sensores
Van calmando mis latidos.
Se abren párpados inmensos
Cuando agrietas con ladridos,
Mis tímpanos más intensos
Con feroces estallidos.
Cuento cien y hasta doscientos
Cuando estoy enfurecido,
Cuando me aturdes con vientos
De aversiones sin sentido.
Lo que entiendo y alimento
Es perdonar lo ocurrido
Y calmar los sufrimientos
De tu corazón confundido.