Un día de primavera
llamé a tu puerta
mas no te encontré...
y aunque partiste
a lejanas tierras,
entre lirios, amapolas
y azucenas...
aún te hallo
entre mis recuerdos,
con la esperanza manifiesta
de encontrarte
algún día... perdida
entre la maleza.
Y así como...
el orfebre busca
apasionadamente
la alhaja que un día forjó,
así te sigo buscando yo
entre las descorazonadoras
sombras...
de tu casa,
mas no encuentro
en mi memoria
otra cosa...
que un melancólico
y lejano recuerdo,
de tus palabras de amor.
Es entonces cuando
veo la imagen de tu cuerpo
moviéndose...
entre los anacarados lotos,
Y en ese momento
me viene al recuerdo...
aquellos días de Abril
junto al lago,
en el que pasaba
las horas mirándote
silenciosamente...
dulcemente entretenido,
en las apasionadas aguas...
de tu mirada.