No se definir el insomnio.
Tal vez decir falta de sueño sería una simpleza.
El cerebro juega a no estarse quieto
y yo he perdido la llave que cierra mis parpados.
Pasado y presente componen mi puzle del tiempo,
no así el futuro, no he estado allí ni sé de qué está hecho,
quizás sea un leve mar, autónomo del océano.
Piezas que no encajan con claridad.
Pertinaz historiador, rescatando lo imposible.
Pasarela de personajes de ayer y de hoy.
Cortejo de sombras alegres y tristes a la vez
Ausencia y presencia, algarabía y silencio.
Disputa de noches y madrugadas indescifrables.
Todo es uno.
Empieza a clarear, dejo de escribir.
Me invade una incolora neblina.
Viento de Levante