La pera! Espera, espera le dijo
a la manzana que a las diez
de la mañana, se comía un dulce mientras caminaba.
Y el limón muy amargo por cierto respondió; pero que bullicio por el amor de Dios.
No se puede uno tomar un café tranquilo.
Y para donde va la niña
le dijo doña guayaba,
a la piña que con su arrebol
al caminar y una falda tan corta como un estornudo
no dejaba nada para imaginar.
¡¡Disculpa!! Disculpa!!
Con la boca y ojos muy abiertos
dijo el mango al quedar estupefacto, casi mudo y apresurando con vos
muy talante le dijo.
Oh niña tan elegante, permítame
el atrevimiento;
hacerle una pregunta discreta quiero.
Perdone que me meta pero no pude evitar al verla , ella
de alguna manera a tan feroz arremetida, de aquel mango
tan directo; y actitud atrevida
se sintió un poco cohibida
y le dijo pregunté lo que quiera.
¿Por favor dígame usted
dónde se le cayó el papel?
A tal pregunta del fulano
aquel, la uva que sin querer
escuchó tal interrogante;
pensó dos veces lo dicho
por el mango y se sintió
muy ignorante.
La piña casi confundida, y un poco
anonadada, en su mente la búsqueda de aquel papel mencionado.
Por el fulano no paraba.
No traía nada en las manos
se decía. La tarde no daba tregua
ya casi anochecía; y en la acera
contigua un durazno con sus endebles brazos,
trataba de asegurar al abrazar;
a una hermosa sandía,
mientras sus lenguas
como feroces espadas
enemigas en un duelo se batían.
Vaya vaya que bochorno, dijo doña papaya, en mis tiempos
esto no se consentía
pero aquello a la piña no la descuidaba
ya que saber quería,
de aquel papel que el mango mencionaba.
Dígame usted caballero
a qué papel se refiere;
porque a lo que a mi confiere,
no traía ni un papel siquiera!
en mis manos ni en mi cartera.
Con una sonrisa burlesca,
y un poco altanera, el mango.
Está ya está lista para hacer una ensalada de fruta.
Se decia aquel pelafustán
con talante arrogante.
Pues si! ¡Él se las da de galán!
¿Bueno me dirá a que se refiere?
ya muy impaciente la niña
Claro permite me un momento!!
Pues a aquel papel inventado
por los dioses, me refiero!
Aun recia la uva oyendo sin oír
y mirando sin mirar
dijo jum, que te compre
quien no te conoce,
Al tiempo que recordó
que en sus años mozos,
un banano la pretendía;
a ella el le gustaba,
y bueno hasta un poco le quería.
Pero su padre y su madre
que se creía
la cereza del pastel
no les gustaba para su hija
el gañan aquel.
Porque doña cereza,
muy claro tenia en su cabeza;
lo vano que puede llegar a ser
un banano,
ya que hace muchos años,
cuando la uva aún no nacía;
también tenía,
aventuras bajó sombras
con un mamey, que era casado.
Todo era una maravilla,
pero a tal situación,
le tuvo que poner fin,
ya que doña frutilla;
valla paliza que le dio,
cuando se entero,
que con su prometido andaba.
Por eso no quiere nada
ver a su hija en brazos
de ese banano,
todo esto al tiempo que el mango dice, ¡oh mi niña! piña por nadie pelada!
Claro todos sabemos
que eso no era verdad,
porque a mí, y no es que
me guste hablar;
dijo la guanábana, que se mesia
en una silla mientras tejía.
Y siguió el mango
con su discurso y labia, desesperada, como la de los políticos
en tiempos de campaña.
Como te decía niña
tan hermosa por nadie pelada;
peeo en su mente
solo un pensamiento se posaba, como me gustaría
hacerte piña colada.
Buenas tardes tío mango,
eran un par de pequeñas ciruelas
que de la escuela salían;
pues si no va a explicarme,
a que papel se refiere;
creo tengo que marcharme, dijo impaciente la piña,
no espera un poco mi niña
quiero saber sobre el papel
que te envuelve.
Ya que luces tan dulce como almendras y chocolate
Y asi peque de bribón,
quiero que sepas
que para mi corazón
eres como un bombón.
Pero que tal atrevimiento,
de este ton ton, llamarme bombón.
Pero en su mente se decía
bueno no se puede negar
que está como todo un mango.
Entonces.......
Continuera...