ALVARO J. MARQUEZ

DEJÁ VU

“Hoy me cuesta decidir/ y qué hacer no he decidido./ Si recordar para vivir.../ u olvidar lo vivido”.

A medida que el tiempo pasa y pasa,
cada vez que salgo de mi casa
sólo pienso en ir a buscarte...
Me ha parecido una noche pasada,
que es como una medida desesperada
que tomo por miedo a olvidarte.

Caminando por ahí sin rumbo fijo
algo muy dentro de mí me dijo
que había llegado a un lugar preciso.
Un lugar donde el destino nos unió,
donde mi piel alguna vez te sintió,
donde alguien como tú, me quiso.

Pasaba sin embargo algo muy raro,
porque en verdad no tenía claro
si había estado en aquel lugar...
pero siento que allí llegué a encontrarte,
que sólo me provocaba abrazarte
hasta no dejarte ni siquiera respirar.

Me parece recordar pero con dudas,
que por allí volaban siempre desnudas
las ideas de darle placer a nuestras ansias.
Que a la hora muy precisa de amarnos,
nada ni nadie podía nunca separarnos
y nada importaban las distancias.

En honor a la más pura y total verdad,
hasta mi amiga inseparable, la soledad,
tenía recuerdos de ti en aquel paraje,
fue algo que sentí, algo que ni yo sé,
fue allí donde sin ser pintor empecé
a llenar de tu vida, de tu esencia mi paisaje.

Pero yo ni sabía cómo llegar allí,
sólo por seguir mi intuición me fui
aunque estaba seguro de no hallarte.
pero era como un pedido del corazón,
que llegara a la extraña dirección
donde tal vez, comencé a amarte.

Creo que algunos ángeles risueños
estaban merodeando en mis sueños
haciéndome la misma petición...
que rescatara en ese lugar, yo creo,
lo mejor de lo que fue nuestro deseo,
lo más excitante de nuestra pasión.

Pero en medio de todo, lo cierto,
es que ni dormido ni despierto
logré encontrarte por allí...
pero eso no logró evitar el detalle
de ir bendiciendo mucho esa calle
porque sólo me olía a ti.

Regresé a casa ya muy cansado
por tanto haberte esperado
y ya no poder esperar más...
¿Fue realidad o una mera fantasía?
Nunca sabré si en ese lugar eras mía
...o no te tuve jamás.