Me despido cantando
De todos los beneficios
placeres que he conocido
tengo un trabajo de oficio
de cantor desconocido.
A la fecha que ya llevo
he descansado otro tanto
mis manos ya las elevo
para adornar lo que canto.
Quién dijo que trabajar
no embellece al hombre
si solo en mi cantar
he madurado el doble.
Canto como la cigarra
el tordo o el jilguero
el amor agarra
al canto por el guergüero.
Al cielo llegaré cantando
a ese Dios animado
si allá no me están contando
el infierno será mi estrado.
Le cantaré al amor
entre sus fieles clientes
entibiaré su ardor
hasta dar diente con diente.
Si el patrón no lo quiere
y sigue avivando el fuego
porque el canto lo hiere
cantando apagaré su ego.
Adios que me iré cantando
los dejo con las sonrisas
que me voy a preocupar
cuando se acaben mis risas.