No es tanto el trabajo lo que agota,
sino el estado en que el cuerpo se halla,
uno por honor lo calla,
pero por el caminar...se nota.
Yo pudiera pintarme el pelo negro,
para aparentar una juventud remota;
o ser una caballero barbinegro;
pero la vejez, al caminar se nota.
Mi corazón la juventud persiste en aferrar,
y de hacerme viejo no me alegro;
bien pudiera pintarme el pelo negro,
pero lo viejo, se nota al caminar.
Autor: Bernardo Arzate.