Donaciano Bueno

Semana Santa en Quito

La tarde permanece fría. Es abril,

tras mi ventana asoman nubarrones,

la luz se esconde detrás de gotas mil

jugando al escondite. Los sermones

de las iglesias pías, de pasiones

repletas, hablan de un ser muerto en la cruz,

sombras en procesiones recoletas,

Jesús de Nazareth, de anacoretas,

de fieles, de crueldad y de traiciones,

de hombres de poca fe ni rectitud

culpa de las humanas sinrazones.

Es viernes de dolor y de emociones.

Cierro el visillo, sólo miro al trasluz.

Un momento bastó y se escondió la luz,

ya sólo se escuchan lamentaciones.