“Ambos deberíamos estar presos,/ de nuestra libertad no ser dueños,/ yo por robarme tus besos,/ tú por robarte mis sueños”.
Ya tú y yo hemos esperado mucho,
al corazón en cada latido lo escucho
decir que tanta espera lo desespera.
Creo que estos años pasaron en vano,
nunca el destino fue aliado, fue tirano
y no me pareció que felices nos quisiera.
Tus labios me mostraron un camino,
la vía del placer, del sentir tan divino
y nunca se borró esa ruta de mi boca.
Hoy, ya acostumbrado a sin ti vivir,
mi cuerpo aún siente y quiere sentir
que es tu mano la que suave lo toca.
No olvido la dulce caricia de tu aliento,
tus cabellos despeinados por el viento
y tú tratando inútilmente de peinarte…
Parecía que nos sonreía la naturaleza
y que se multiplicaba mucho su belleza
cada vez que me disponía a besarte.
Así como sé que tú no olvidas nada mío,
eres mar en donde desemboco yo, tu río,
el gran cielo donde mis alas puedo abrir;
eres mundo donde enamorado de ti vivo,
poema que siendo para ti, feliz lo escribo,
porque sólo con el alma lo puedo escribir.
Hemos esperado mucho, pero los besos
que nos dimos saben de idas y regresos
y de segundas oportunidades que da la vida.
Ya ves… tenemos un destino cambiando,
un sentir que de nuevo se va formando
y quizá un dios que de alguna parte nos cuida.
La ausencia de besos entre nosotros fue alta
y ahora el deseo de devorarnos nos asalta
y parecemos unas locomotoras sin freno…
Para amarnos sin medida no habrá intervalo,
tal vez alguien opine que conocernos fue malo,
pero amándonos gritaremos que fue bueno.
Poema original de Álvaro Márquez
Nacido en Caracas, Venezuela
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Correo: [email protected]
Twitter: @poreros
Publicado el 9/4/2015
Imagen: De Google