Del trocito mío que se ha quedado
en aquel singular mes de verano,
del diciembre otoñal que nos despide
con su olor de ciudad al aire libre.
Del color sin igual de la distancia
del azul abisal de su fragancia
del amor dormido que se ha cansado
de esperar el regreso de su pasado
con las manos manchadas de sal y estío
y sonrisa pétrea de amor varado.
Del trocito mío que se ha quedado
monocroma postal duerme enterrado