Deja que toque un vacío,
que siga vivo el río,
sin desviar su cauce,
sin calmar su brío.
Deja que corra el viento
para expresar lo que siento,
acariciando al sauce,
para darte el aliento.
Deja quemar tu leño,
para aliviar tus sueños,
sin dejar que la llama,
baje el vaivén de ensueño.
Acariciar tu esencia,
sin impertinencia,
Aire, fuego y río
aman tu existencia