¿Y al final así acaba todo, no?
Todos en sus casas, viviendo una vida normal, y yo aquí.
Gritándole a un dios falso,
Rogándole a algo inexistente,
Y viendo alrededor cómo todos nos mienten.
Viviendo en una mentira,
Y no en una verdad,
Porque la verdad te llena de ira,
Y la mentira, de tranquilidad.
A un Dios falso le hablé,
A un Dios falso le rogué,
Hasta que al fin,
A la verdad, llegué.
A las personas les conté,
“Encontré a un dios falso”,
Entonces la sociedad me tapó con su manto.
“Respeta los pensamientos de los demás” me dijeron,
Sin embargo me hundieron cuando dije “Soy ateo”.
Sobre mí triunfaron,
Ellos me pisaron,
Y cuando me levanté,
No tardé en volver a caer