Un, dos, tres
La mariposita, que linda es...
la vi suspendida en el aire
con sus alas de carnavales
queriendo atraparla para mi
volando me hiso un desaire.
Un, dos, tres.
La flor silvestre, que linda es...
Bailando al compás del viento
atinándole a cada movimiento
cuando quise arrancarla para mi
su espina me hirió
dejandome el dedo sangriento.
Un, dos, tres.
La mujer, que linda es...
La vi y me olvide de la mariposa
y aun de la flor bella
y queriendo ganarla para mi
me perdí por siempre para ella.