Tristeza que del alma se apodera
raptando por la fuerza su alegría.
Verdad amarga, ruin y zalamera
que crece con la luz del nuevo día.
Mentiras engarzadas con metales
formando en apariencia bella joya,
hiriendo mortalmente cual puñales,
que el alma te lacera y te desolla.
Confianza que deshecha en la mentira,
jamás recuperarse ya se puede.
Mirada mentirosa que me mira,
clavándome la daga que me hiere.
Hoy rota por la pena y el dolor;
mañana vestiré de mi color.