PEQUEÑA
¿Qué clase de rígidos temblores
movieron tu pequeña tierra,
llena de raíces de árboles sumergidos?
Somos esto, ya lo dijo León Felipe:
piedras, piedras preciosas (ese adjetivo lo
agrego yo). Y sin embargo
desde un infinito e incomprensible plan
nos pensó Dios para
encontrarnos a través de cada
vena, y así, llegar a lo prometido:
el amor tan ansiado, y a veces
tan temido.
Somos piedras con vida, piedras que ruedan
Por el camino de la vida.
Dios nos puso mirada en los ojos
para encontrarnos en las otras pupilas.
Días, meses siglos rodando, piedras, por
Las vías del dolor y la alegría
Somos muestra de la humanidad toda
Desgarrada, desangrada, desvalida.
Vida y muerte en los años compartidos.
¿Acaso no es este el mandamiento que El quería?
Comprensión , ternura, desvelo, oración:
Pero ya nada de esto nos unía.
Alguen dijo que cambiaría piedra por carne.
Entonces, cuánto nos queda todavía
para recorrer los círculos ascendentes?
Y Librarnos así para siempre, siempre
de angustias, zozobras, ansiedades, porfías.
Quizás recuperar en el último círculo
El mandamiento que El quería…