Breve espacio , tu ser,
donde no hallan cuerda las avispas terrenales, no.
Breve nido, tu cuerpo, que parece aletear
-sola o acompañada-
por una vuelta más.
Pero qué tostado arresto,
qué estafa al lirio, a la flor.
Saber que estás teñida,
arrancada,
de chacarera y de sol.
Mirando fijo
marzo 2015