Nunca se tiene lo suficiente de nada,
y lo poco que se posee
termina por acabarse,
como el acto de fumar el ultimo cigarrillo,
y saber que no volverás a hacerlo,
todo tiene una efímera duración en este mundo,
después se desvanece,
como en el rostro una sonrisa.
Para quien devoraba la vida
los recuerdos apenas son migajas,
que alimentan las penas,
de un espíritu en decadencia.
Hasta la sombra abandona,
para irse a un destino incierto,
todo termina por marcharse,
así como la felicidad,
así como la vida,
así como el amor,
así como la suerte.