Delicada fue recibir su visita nuestra consagrada armonía; tan esperada fue su llegada en un sueño ideal que al palpitar nuestros corazones, nuestros sentidos se despertaron sin cesar por su dichosa aparición.
Destellos exquisitos de armonía son los que recorren nuestras vidas; siendo ella el elemento más saludable para procesar nuestra esencia en cualquiera de sus aspectos naturales.
Pero que digna magia espiritual es la que construye el ser que se encuentra dentro de nuestro cuerpo sagrado, permitiéndoles conectar con el arte de sentir su universo repleto de naturaleza, digna y amada naturaleza; tú que estás en el interior de nuestra cúpula física; en esta creación sagrada de nuestro bondadoso Dios.
Preséntenos su placer para que en cada amanecer y anochecer aprendamos a escuchar y citar nuestro divino y bendecido corazón; porque dentro de sus puertas de divinidad conseguiremos nuestra misión; digno y placentero es el anuncio de la presencia de un bienaventurado cambio y cumplimiento de nuestra encomienda (misión).