“La mediocridad como mala semilla”
La lisonja no es otra cosa que un medio
falso y perverso de un mediocre
para alimentar la ambición y el ego
de alguien insano y poco cuerdo.
Mediocre fue el adulador Damocles,
de Dionisio vasallo y cortesano
a quien no pudo confundir ni engañar
con sus lisonjas ni mañas de zorro viejo .
Si seres como ese pudiesen alzar vuelo
de momento oscurecerían el cielo.
Algunos mediocres tienen cualidades:
Adoran el poder y el elogio en exceso.
Mediocre fue Judas quien con un beso
mostró su genio rapaz y traicionero
y su gran amor por el vil dinero
lo fue el avaro Midas a pesar de ser bueno.
Dadle poder a un mediocre y estarás
logrando por añadidura opacar
a una cantidad considerable
de gente con creatividad y talento.
El mediocre adora el egoísmo,
el mal, la pereza y hasta el miedo
culpable del facilismo y sus vicios
sin importarle los proyectos ajenos.
Que esta reflexión sirva de lección
para que cesen los desafueros
mediocridad es una mala semilla
desterrémosla de nuestro suelo.