Cual artesano ingenioso, paciente y devoto artista,
hice de ti una estrella, hice de ti un diamante.
Con el cincel de mis sueños, antes que la pena exista,
formé capullos de gozo y un sentimiento distante.
Hice guitarra tu cuerpo y melodía tu risa.
En tu cabello encrespado guardé la noche mas bella.
En tu semblante de rosas, yo, caminante sin prisa,
marqué el sendero imborrable de un destino que destella.
Blancos pedazos de nubes y jirones de horizontes
formaron entre mis manos la imagen de tu alma buena.
Naciste sola y radiante cuando pedí que se monte
en mi corcel desbocado la novia hermosa y morena.
Hice de ti una joya, mezcla de flor y amatista.
Pero fue el amor, vida mía, mi maestro en cada instante.
Cual artesano ingenioso, paciente y devoto artista,
Hice de ti una estrella, hice de ti un diamante.