Burlona mi sombra me habla
molesta mi paz con deseos de brisa,
endulza mi oído con promesas...
logro discernir algo de mentira
profetiza el nacimiento de una tempestad
el cambio de la corriente del río, una musa
Dibuja su llegada en mis córneas
y el despertar seduce a su amante,
la optofobia con vino y sábanas de seda
para amarse bajo los párpados
espiándolos con recelo la tragedia;
se me antoja a un beso de sílfide
Hermético me llama mi sombra
mientras carcajea en un mar blanco
como si tratase de portar hipócrita,
no hay barrera rival a esta guerra
tumbará mis cartas, me quiebra
con sólo una silueta, de una diosa
Otra noche más sin esa diosa tropical;
embriagado del vino de mis sueños
escucho su voz sucinta y angelical,
una opereta fresca sobre su cuerpo
y sus ojos encendidos con llamas, atisban
atraviesan como dagas mi corazón oscuro
Siento tan cerca el sabor de sus labios
tal vez esta noche se pueda encarnar,
la perfección que beso en mis sueños,
la que provoca mi odio hacia el despertar,
la que en el ocio ocupa mi pensamiento,
la que sobre el nihilismo me hace escapar...
Aún desconozco su nombre
pero estoy seguro de saber su melodía
suena como el final del miedo
la puerta al cielo y su escalera,
la llave de la prisión del pasado,
suena como los pasos de la felicidad,
suena como el himno de los sabios...