Los mango carnosos, tus labios
De un dulzor sabrosa,
Tus brazos de hiedra, la pared verdosa
Al ritmo el sonar de los latidos
Me quedo en tu pecho empedernido.
La briza con su corriente borrascosa
Un sinfín de sentimientos floridos,
Adorna el cristal tu ventana celosa
Del arcoíris que forma coloridos,
Ese evocar en tu lecho dormido.
La luna, el sol, los planetas desdeñosas
Ademanes, que se ofrecen suprimidos
En alto estado su mirar provocan,
Hidrógenos confundidos en las rocas
En una noche de estrellas deliciosas.
¡Oh cuanto hay en tu ventana
Para ver, cuantas mentiras piadosa !
Sin que esto entre sabanas blancas
No impidan que hagamos otras cosas,
Con el brillo de tus ojos que me tocan.