Te recuerdo, a veces,
cuando la soledad abruma,
recuerdo tus versos,
que fueron mi cuna,
Las tardes felices,
que nunca existieron,
romance frustrado,
de amor florecierieron.
Te recuerdo, a veces,
tejiendo en mis sueños,
la pasión desatada,
sin tener dueño.
Aunque sin nombrarte,
siempre te sueño,
como a un imposible,
que nunca existió.
Sin embargo siempre,
vives en mi mente,
no puedo arrancarte
de mi vida mas.
Si supieras cuanto,
he soñado contigo,
evocando momentos,
del nunca jamás
ESPEJO DETUALMA.